Ahora que ya tengo resuelta la mayor parte de las cosas respecto a los audiolibros (micrófono, soft, cuestiones técnicas, forma de leer, preparación del ambiente, checklist de posproducción, QR y sitio al que apunta, nuevas tarjetas personales ya encargadas con ese QR incluido, posibles plataformas de reprodución y distribuidores, contenido que voy a grabar al menos al principio: lo cual me suma un total de ocho libros), se me pasó la urgencia, la ansiedad por hacerlo ya, ya, ya.
Ahora van a tener que esperar un poquito. Yo les prometo que uno a uno van a ir encontrando su espacio, su lugar, y que les voy a dar lo mejor de mí. Pero tendrán que competir por mi tiempo: la escritura del libro de los juguetes es su rival más tangible y de seguro habrá otros, eso también puedo prometérselos.
Paciencia, mis queridos, que Roma no se hizo en un día.
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