sábado, 4 de diciembre de 2010

Animarse

Publicaré hoy una reflexión escrita hace tiempo, acerca de lo que nos cuesta a veces lanzarnos, sinceros, a la concreción de nuestros sueños.

Animarse

Uno sabe (porque saber sabe) que hay que moverse, que hay que matar la rutina, que hay que salir a otras calles, visitar otros cielos, nadar otro ríos.

Sin embargo se deja caer, se deja encerrar, y se encuentra, como siempre, en la misma calle, bajo el mismo cielo, y frente al mismo río que nunca se animó a nadar.

Alejandro Laurenza

13 comentarios:

raúl dijo...

tan cierto en mi caso... algún día será bisagra...
Abrazo.

Betty Badaui dijo...

Ale, me agrada que hayas resumido tan bien éso que nos pasa muchas veces.
Va un abrazo
Betty

Alís dijo...

El saberlo no da los ánimos necesarios para moverse. Ésos hay que buscarlos más adentro de nosotros mismos

Un abrazo

Sergio Fassanelli dijo...

Es cierto. A veces navegamos eternamente en el mismo sitio sin saber que un paso al costado está lo que buscamos

Alejandro Laurenza dijo...

Raúl, sé que la reflexión es dura, pero es la forma que encontré de enfrentarme a mi propia realidad estática, y al fin cambiarla...

Gracias, Betty!

Claro, Alís, saberlo no alcanza, pero ya es un paso más cerca que no saberlo, ¿no?

Cierto, Felis. A veces el cambio está más cerca de lo que parece.

Un abrazo a todos,
Ale.

espifanía dijo...

Muy bueno Alejandro.

Me he observado a mi mismo en ese estado muchas veces. Sin embargo, nunca pude ponerlo en palabras de una forma tan contundente.

Lola Mariné dijo...

Es muy cierto lo que dices, Alejandro.
Muchas veces nos quedamos en el "me gustaria", "querria", y no somos capaces de ponernos en pie y realizar nuestros sueños.
Saludos

Maribel Romero dijo...

Es una buena reflexión, Alejandro. Y muy cierta.
Yo no sé qué nos impulsa a quedarnos en el sillón y no movernos. ¿Comodidad, miedo, aceptación?
Por si acaso, yo sí intento abandonar el sillón y bucear en ese río lleno de sueños por cumplirse.
Un abrazo.

Alejandro Laurenza dijo...

Martín, creo todos caemos a veces en ese estado de letargo. El desafío es abrir los ojos, e intentar salir.

Cierto, Lola. La famosa postergación....

Maribel, me parece que la causa es un poco de todo lo que decís: la comodidad nos lleva al tedio, y luego nos cuesta salir, por miedo a perder esa misma comodidad adormecedora.

Un saludo,
Alejandro.

Anónimo dijo...

Es cierto, todos caemos en esa especie de letargo y debiéramos animarnos a nadar otros ríos. Creo que reconocerlo, es el primer paso para zambullirnos, aunque nos cueste.

Abrazo

Martikka dijo...

Mmm, cierto. Para obtener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes ¿no?

Abrazos

Alejandro Laurenza dijo...

Así es, Horacio.

Sí, Martikka. Bien dicen que lo que hoy somos es el resultado de lo que hicimos.

Saludos,
Alejandro.

Rochies dijo...

en general vivimos como eternos...
como si siempre hubiese tiempo. Cuando uno esta dispuesto a animarse es el entorno el que viene a detener con sus "profecías cumplidas".