domingo, 2 de diciembre de 2018

Por uno mismo

Rescato una reflexión, volcada antes en las redes.
Por uno mismo

La revolución empieza por uno mismo. Es uno quien elige si trabaja o no para una estructura en la que no cree. Si le compra o no. Si se deja alienar o no.

Admito que es fácil decirlo cuando tenés las necesidades básicas satisfechas. Pero son las necesidades psicológicas el verdadero escollo a vencer: el consumo de objetos y servicios que no se precisan, las estúpidas apariencias, el querer ser más papista que el papa: sometiéndose tonta y alegremente al conjunto de creencias que le fue dado, y levantando la voz cuando se divisa en el horizonte a alguien que no se somete (o que sí lo hace, pero un chiquitín menos que él).

Alejandro Laurenza

miércoles, 24 de octubre de 2018

Exportar libros

Tengo entre ceja y ceja el objetivo de exportar mis libros.

Como conté en algunas oportunidades, me ha pasado que alguien me compre aquí mismo, en Buenos Aires, para luego enviarlos afuera, de regalo, a parientes o amigos. Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Suecia, España, Estados Unidos, Rusia, Holanda, Francia, China, Italia. Éstos son los países que recuerdo.

Y si bien es una gran alegría que se vayan así, por medio de una persona que se entusiasma y les busca destino, lo que me gustaría lograr es que ellos, los libros, se pudieran abrir camino solos.

Para eso, semanas atrás, estuve leyendo y me inscribí en el sistema Exporta Simple. Es una plataforma vinculada con la AFIP que nos facilita la exportación de productos argentinos a cualquier lugar del mundo. Bastante sencillo.

Es decir que ya estoy en condiciones legales de exportar. Lo que me falta, grandísimo detalle, son compradores fuera de Argentina: distribuidores, librerías, bibliotecas, etc.

Si saben de alguien que se pudiera interesar, me dicen. Les estaré agradecido. :-)

lunes, 20 de agosto de 2018

Encuentros (XXVI)

Cosas que pasan en la calle, en relación a los libros.

XXVI

El mago Pascualito llega a la biblioteca de una escuela de Capital. No sé cómo. Tal vez alguien me lo compró para donarlo.

Una nena de esa escuela lo lee a lo largo de una semana. Le gusta. Se lo cuenta al papá.

El papá de la nena me escribe. Lo quiere para el día del niño. Nos encontramos en la estación de Villa Urquiza.

No tiene el hábito de la lectura, me dice él, la tecnología no ayuda. Así que es una buena oportunidad para que arranque, se entusiasma.

A mi me pone feliz. Siento que el esfuerzo vale la pena.

sábado, 7 de julio de 2018

Encuentros (XXV)

Cosas que pasan en la calle, en relación a los libros.

XXV

Años atrás me había comprado novela. Todavía recuerda a grandes rasgos el argumento. Lo espero que termine de atender a la gente. Me da entonces la alegría del viaje.

Esta vez, a Suecia. Toba y los colores, y El mago Pascualito. La hermana vive allí, me cuenta el flaco de la casa de repuestos de automóviles, enseña español como medio de vida, y se ocupa de que sus hijos y su marido también lo aprendan.

Suecia, qué lejos. No sé si algún día podré conocer. Al menos los libros plantarán bandera, sonrío mientras lo pienso.

jueves, 31 de mayo de 2018

Entrevista en Super Canal 3

Ayer me hicieron una entrevista (la primera para televisión) en el canal 3, del operador de cable Super Canal, que fue emitida por la noche en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires: partidos de Ituzaingó, Morón y Hurlingham.

Agradezco al periodista Gustavo López por su buena onda y también al camarógrafo. Entre los dos me hicieron sentir muy bien.

Dejo a continuación el video de Youtube para quienes tengan ganas de verla.


domingo, 11 de marzo de 2018

Encuentros (XXIV)

Cosas que pasan en la calle, en relación a los libros.

XXIV

Se va para Brasil, me explica, para Río de Janeiro, no tengo chicos pero allá viven mis sobrinos, los hijos de mi hermano, es una buena oportunidad para que practiquen español.

Acaba de comprarme El mago Pascualito en un kiosco de Adrogué. Suena de fondo una canción de Charly García: Chipi Chipi, del Unplugged.

Y pienso: van saliendo mis libros, llegan a lugares que todavía no conozco, van saliendo. Y eso me hace sentir bien.

sábado, 13 de enero de 2018

Siete años


Este año que pasó (se cumplieron siete vendiendo libros por la ciudad) fue un poco más arduo que los anteriores. Como saben, nuestro mercado interno viene bastante golpeado, y los que trabajamos para él (la mayoría de Pymes y pequeños emprendedores) sufrimos las consecuencias. Sin embargo no puedo quejarme: con mucho esfuerzo continúo creciendo.

El lugar central lo ocupó El mago Pascualito. Ilustrado por Marcos Amayo Acosta, vio la luz a fines de 2016, y tuvo ahora oportunidad de llegar a la gente.

Lo acompañaron Maldita Conciencia (en su tercera edición) y los títeres y telalibros de Toba, Fuz y Croack. Entre todos me ayudaron a transitar el año de la mejor manera posible.

Sostengo que la clave está en no rendirse, en esperar agazapados (y fortalecidos) los buenos tiempos, esos que siempre regresan. Nuestra historia circular económica da fe de lo que digo.