sábado, 14 de abril de 2012

La gente ya no lee

La gente ya no lee. Se prefiere la televisión y la computadora a tomar un buen libro. Los chicos se pasan el día entero con los video juegos. ¿Adónde vamos a parar?

Sin embargo, como contrapartida a estas frases hechas, en la ciudad de Buenos Aires (y digo Buenos Aires porque es la que mejor conozco) las cadenas Yenny, El Ateneo, Distal y Cúspide se disputan espacios sobre las calles más comerciales y los shoppings, llegando en ocasiones a hallarse uno justo frente al otro; las librerías de barrio siguen adelante, con más o menos esfuerzo, y no sé de ninguna que haya cerrado sus puertas en los últimos diez o quince años; las ferias de libros permanentes despliegan desde hace décadas todo su potencial en lugares tales como Parque Rivadavia, Parque Centenario, Plaza Italia, etc; la Feria del Libro tradicional recibe cada año un número récord de visitantes, produciendo asombro hasta en los medios de comunicación más pesimistas (bienintencionados o no).

Todo esto a pesar de la gente, y la televisión, y la computadora, y los chicos.

En lo personal, las cosas no resultan distintas cuando salgo a ofrecer mis libros. Hago como el cuento del sapito sordo, ese que consigue escapar del pozo profundo en que hubo caído, por no poder escuchar el conglomerado de voces que pronostican lo contrario.

Está bien. También se puede decir que los libros se compran pero no se leen, que en muchos casos se regalan y quedan luego tirados en una biblioteca donde se amontona el polvo . Y entonces vuelvo a refutar (me encanta hacerlo): no somos pocos quienes apelamos a la lectura mientras viajamos en subte o en tren (en colectivo no tanto), o mientras tomamos aire en el banco de una plaza. De libros abiertos en soledad no quedan testigos (salvo el lector mismo), así que no vienen al caso.

Lo dicho. Algunos leemos y otros no. Son más los que no lo hacen (no lo voy a negar), pero las generalizaciones, como siempre, son injustas.

8 comentarios:

raúl dijo...

sí, creo que se lee aún, incluso más que antes. Sólo que la oferta es más amplia, por eso el común de los autores no supera la media de 2000 ejemplares.

Lola Mariné dijo...

Yo creo que ahora se lee más que antes. Gracias precisamente (o por culpa) de Internet. Ahí lees por fuerza y encuentras información de libros que despiertan la curiosidad. Se da mucho bombo a los best sellers (no entraré en si son buenos o malos) y algunos escritores son como estrellas del rock, y muchisima gente escribe, logre publicar o no.
La literatura vive un buen momento. Y a mi no me preocupa que haya muchos que no leen, ese es su problema.
Saludos

Anónimo dijo...

Me quedo pensando en tu reflexión: por un lado es cierto que se compran libros y se amontonan en bibliotecas, pero por otro, también se lee, no lo que uno quisiera, pero leemos. Y también, por ello, por eso escribimos, supongo, más allá de ese placer inenarrable de la creación.

Abrazo desde el sur

Alejandro Laurenza dijo...

Así es Raúl, hay una gran oferta, y bienvenida sea. Sólo lamento el alto precio de los libros, sobre todo las novedades. Quizá pueda ser tema para un futuro post.

Claro, Lola, cada uno sabe lo que hace: elige o no leer. Gustos son gustos.

Horacio, confiemos en que esos libros que se compran, tienen la suerte de ser leídos antes de acabar en la biblioteca.

Un abrazo!

Dav dijo...

Yo leo bastane, solo que ahora por algunas cuestiones solo leo cuentos y escritos más breves y mucho de Internet.
Buen blog.

Alejandro Laurenza dijo...

Dav, gracias por pasar y dejar tu comentario.

Saludos!

Esther dijo...

La gente lee, ¡claro que sí! Y más que antes. Como decís, hay frases hechas. Y también está la realidad —la que se ve todos los días, si es que uno abre los ojos y mira— y la realidad es más contundente que las frases hechas.

Un abrazo,
Esther

Alejandro Laurenza dijo...

Abrir los ojos y mirar, Esther, y no dejarse llevar por repeticiones ajenas y falaces. :-)

Un abrazo y gracias por pasar!
Alejandro.