sábado, 10 de abril de 2010

Tristeza

No habrá preámbulos esta vez.

Tristeza

En el reposo de la noche,
en el descanso,
en un libro cualquiera
o en cuaderno como este,
en un lápiz,
en el pesado sillón de algarrobo,
en el silencio,
en el ronroneo suave de mi gata,
en sus uñas abiertas,
en el perfume de un licor antiguo,
en el otoño,
en el calor que desciende y me recorre,
en el vacío,
en su pelo mullido
hundido entre los dedos,
en un libro,
en las uñas abiertas
jugando con mi ropa,
en mi gata.

En un cuaderno cualquiera,
en un lápiz,
en el sillón pesado de algarrobo,
en los dedos suaves,
en el silencio de la noche
hurgando entre mis horas,
en mi gata,
en el recuerdo de mi gata
que ya no está.

Alejandro Laurenza

10 comentarios:

Martikka dijo...

Buen título para este poema tan triste...Venía contenta de leer las aventuras de Blas y ahora me quedé con el ánimo chafado.
En fin, es lo que tienen los poetas que saben tocar fibras. Es el poder de la palabra.

Saludos.

PRINTOVA dijo...

¡Guauu! Que bella es la tristeza vista desde este poema.
Me ha encantado.

Anónimo dijo...

Un bello, muy bello poema, con una textura dulcemente blanda y taciturna en la que la tristeza sale del cauce de lo que se lee y entra en el rumbo de lo que se respira. Recordé a todos mis queridos, especialmente a Yeremy, que se fueron al cielo de los pequeños ángeles de cuatro patitas. Y esta furtiva lágrima.... Qué poema, Alejandro. Mi amor de siempre. Rosita.

Mián Ros dijo...

Hola, Alejandro,

Tristemente precioso.

La ausencia, el vacío más comprometededor que nos ahoga.

Un saludo, amigo.
Mián Ros

Sergio G.Ros dijo...

Hermoso poema, querido Alejandro.
Aprovecho para desearte suerte con ese proyecto de El diario de Toba, a ver si de una vez se deciden los editores, que te lo mereces.
Un abrazo.

Blanca Miosi dijo...

El poder de las palabras se ve reflejado en tu poema Alejandro. Voy triste a visitar otro blog en mi recorrido de los lunes.

Snf,

Blanca

Anónimo dijo...

Que lindo y triste a la vez, uno se encariña con las mascotas, te entiendo me pasa lo mismo desde que se fue tomy aprincipio de año, voy de mis viejos y me da la sensacion qeu sale de la puerta!beso
vero

Alejandro Laurenza dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Seguramente a mi gata le habría gustado mucho que se los leyera, :-).

Un abrazo,
Ale.

Alejandro Guarino dijo...

Se nota que sobre el papel algunas gotas han caído. Me temo que la muerte no pensaba encontrarse con ésto, deje nomás que piense que se la llevó de arriba.
Un abrazo grande

Anónimo dijo...

Hola Alejandro, de casualidad leí este poema y me tocó el alma. Hace dos años se murió mi gata Giuliana a la que amaba y sigo amando. El dolor que sentí fue tan grande que estuve dos días en cama sin parar de llorar. No hay un solo día que no me acuerde de ella. Era una princesa, con pelo de angora, blanca con manchas marrones. Tengo fotos de ella en mi celular y no las puedo ver porque me parte el alma. Gracias por este poema, me siento reivindicada porque muchos pensaban que estaba loca de tanto llorar a mi gatita. Un abrazo. Amaranta Guevara.