domingo, 4 de octubre de 2009

El país en llamas

Este país, Argentina, se caracteriza por andar de crisis en crisis. No salimos de una para entrar en otra. No importa cuál sea el gobierno de turno. Siempre estamos contando los años que restan para que comience la siguiente.

Quizá por eso, la crisis mundial en la que estamos aún metidos no fue recibida por nosotros con demasiada sorpresa. O, mejor dicho, la sorpresa consistió en que esta vez no nos haya tocado sólo a nosotros.

Sea como fuere, sabemos por experiencia propia que toda crisis paraliza un poco al principio, pero que, una vez superado el desconcierto, no hay más remedio que seguir adelante. Y para ello cada uno hace catarsis de la manera en que sabe o puede, y vuelve luego al movimiento.

Y como lo que yo sé o puedo hacer (en mi propia medida) es escribir, hago catarsis justamente escribiendo.

Para que vean de qué hablo, voy a dejar a continuación un poema, no de esta última crisis sino de la anterior, que poco a poco se va olvidando.

El país en llamas

(Principios de 2002)

Argentina toda es un grito de protesta,
de hartazgo, de bronca,
de paren de robar;
aunque la verdad es que poco queda,
salvo que decidan vender monumentos,
parques, instituciones,
y demás entidades decorativas.

En cada esquina hay un foco de incendio,
unas ganas de nada,
un terrible dolor de patria rota,
una sensación de mano en el bolsillo,
de futuro saqueado,
de matar o morir;
y por sobre todas las cosas
hay uno y mil hombres esperando,
dejando la vida en la tristeza
y la dignidad en el recuerdo.

Argentina toda se llena de miserias,
mientras pasa el tiempo,
y papá del norte la abraza con ternura,
pero aprieta demasiado;
entonces nada sirve,
la esperanza se arrastra por el piso,
los sueños del abuelo aceptan su imposible,
los aviones salen para no volver...

Y, sin embargo,
hay algo que no muere:
la conciencia de saber que esta tierra soy yo,
sos vos,
es aquel flaco que se queda,
es la mina que se va,
y eso es demasiado fuerte
para dejarlo caer sin dar batalla.


Alejandro Laurenza
del libro Maldita Conciencia

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, es tan cierto lo que decís con poesía. Abrazo. Raúl.

Alejandro Laurenza dijo...

Gracias por pasar, Raúl.

Un abrazo,
Ale.

Anónimo dijo...

Talvez crisis para nosotros es parte de nuestra identidad no?...
pero gracias a dios contamos con una verdad: "... que esta tierra soy yo, sos vos,...eso es demasiado fuerte para dejarlo caer sin dar batalla"
beso grande...
domi

Alejandro Laurenza dijo...

Es verdad, Domi. A estas alturas, tenemos la crisis tan incorporada...

Un abrazo,
Ale.

aguacateyfresas dijo...

Crisis de una Argentina que nos duele por donde la mires, que a mi humilde sentir nos hace ser más creativos, porque permanentemente tenemos que estar pensando cómo vamos a hacer?!

Alejandro Laurenza dijo...

Y sí, Gloria, esa es la otra cara de la crisis: de alguna manera hay que adaptarse.

Un saludo,
Alejandro.

Sergio G.Ros dijo...

Acá, en España, siempre hemos mirado con ternura hacia Argentina, Alejandro.
Durante la Guerra Civil española, Argentina mandaba carne para nuestra tierra, y los viejos nunca lo han olvidado.
Lo que nos sorprende a los españoles de Argentina es que es un país rico, podría ser poderoso y estar entre las potencias mundiales ya que tiene recursos propios de los que carecen la mayoría de las naciones: tiene carne en abundancia, tierra, agua, gas, petróleo, piedras preciosa.. Qué pena que haya sido explotada por los extranjeros (sí, españoles también) y por los propios argentinos que se subieron al carro. Queda la impresión de que una nación tan bella y hermosa ha sido expoliada por una jauría de hienas, lanzada contra el piso, mordida y que la retienen ahí, desangrándola. ¿Podrá levantarse?
Todavía queda esperanza, ¿no crees?
Una tierra preciosa, una gente maravillosa. ¡Que viva la Argentina!

Alejandro Laurenza dijo...

Deuvost,

Justamente lo que se demuestra es que los recursos naturales por sí sólos no alcanzan. Sólo hacen ricos a unos pocos. Definitivamente debe haber producción, tecnología, turismo, etc, para que en verdad se generen riquezas y trabajo.

Además, a lo largo de nuestra corta historia, el país estuvo plagado de inestabilidad política, de dictaduras militares que lo destruyeron todo (hasta las ideas), y de gobernantes más inclinados a llenar los propios bolsillos, que a trazar una estrategia de país a largo plazo.

Claro que estas cosas no son exclusivamente nuestras. Las compartimos tristemente con la mayoría de los países latinoamericanos.

En cuanto a si queda esperanza, ¡por supuesto que queda! Será cuestión de aprender de los propios errores...

¡Te agradezco mucho por tu comentario tan afectuoso!

Un abrazo,
Alejandro.

Alejandro Guarino dijo...

Lo que pasa también, Ale, es que nosotros también tenemos bastante de culpa. Cuando lo del 2001, se me ocurrió pensar que podría cambiar algo, pero los que salían a la calle eran los mismos que nos decían zurditos de porquería cuando nosotros nos manifestábamos como estudiantes. Yo ya soy bastante mayor que vos y, a pesar que también tengo esperanza, no puedo negar que también hay una gran cuota de escepticismo, de cansancio. Quizás sea cuando el flaco que se queda, la mina que se va, vos y yo tiremos para el mismo lado mas allá de las ideologías, Cuando llegue ese día, estoy al lado suyo tocayo.
Un abrazo grande

Alejandro Laurenza dijo...

Y.. Ale, no por nada dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece... de toda maneras, sigo esperando que algún día merezcamos un gobierno merjor...

Un abrazo!
Ale.

Blanca Miosi dijo...

Alejandro, al leerte no puedo menos que pensar en Venezuela, un país tan rico, tan lleno de todo!! y sin embargo a la vez tan pobre, no de la miseria que se ve en los barrios pobres, sino de la miseria que se incrusta en el alma, que hace que se odien los unos a los otros. Exactamente los mismo versos puedo aplicarlos a este país, y no habría diferencia.

Nos quejamos de que fuimos conquistados, robados, castigados, pero después de casi trescientos años seguimos en lo mismo. Ahora los que roban son otros, más cercanos, más paisanos. disculpa no haber pasado antes, no había visto tu post.

Besos!
Blanca

Alejandro Laurenza dijo...

Qué se le va a hacer, Blanca... a veces parece tan difícil que algo vaya a cambiar... pero bueno, supongo que si cada uno da lo mejor en lo que sabe hacer, las cosas pueden ser diferentes...

Saludos,
Ale.