Fue un verdadero gusto conocerlos personalmente. Me alentaron con mi proyecto y me fueron contando los suyos. Además tuvieron la gentileza de comprarme El fantasma de Ballester, para compartir su lectura con el barrio.
Así que, ya saben, si andan por ahí, por Morón, lo pueden buscar entre muchos otros libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario