domingo, 22 de diciembre de 2019

No somos más que nadie

Un poema un poquito largo esta vez.

NO SOMOS MÁS QUE NADIE

("Para ganar, ¿de qué sirve ganar
si no ganan conmigo
los que vienen detrás?"
León Gieco)


De este lado de la historia
las personas
amamos a las personas,
no nos sentimos frustradas,
sabemos que todo es transitorio
(hasta el amor,
hasta tu risa,
hasta el sonido dulce
de un violín
que alguna vez hemos oído);
de este lado
no nos creemos más que nadie,
somos el barro
que se rasca
allá, en el fondo,
y sigue siendo barro,
aunque tengamos la fortuna
de viajar a alguna parte,
de poseer tres o cuatro objetos,
de que nuestra voz
sea leída o escuchada
por unos cuantos;
seguimos siendo el barro
que se mira
y se huele
y se gusta, satisfecho,
no somos más que nadie;
sobrevivimos a empujones
en medio de la jungla,
en medio
de los abismos tenebrosos
hechos mandato,
en medio del capital
de vida o muerte;
jugamos el juego que se impone
pero no somos más que nadie,
nos damos el tiempo
de entender
que sólo es juego,
que sólo es una parte
de la vida de los hombres
y nunca el absoluto;
nos damos tiempo de mirar
a los que vienen rezagados,
a los que no aprenden a jugar
como dios manda,
y no queremos
(nos daría vergüenza querer)
la caridad de poca monta,
no nos basta una mano
derramando moneditas
desde arriba de otra mano;
pretendemos un juego sin orillas,
sin bordes angustiantes,
sin vencedores manchados
por el mérito
de lo indecible.

ALEJANDRO LAURENZA