Cosas que pasan en la calle, en relación a los libros.
VI
El tipo se hace el canchero. Hace treinta y cinco años que tengo librería, dispara, y ya no pago más por adelantado, estoy viejo para eso. Ni a vos ni a Planeta, concluye.
Planeta, argumento en vano yo, tiene el capital suficiente para consignar libros por toda la ciudad. Aunque me quedo corto: consigna en la ciudad, en la provincia, en el país, en el mundo.
Paciencia, me alentaré más tarde, no todos los encuentros pueden ser placenteros, el próximo será mejor.
Ese es el pensamiento, supongo, para alcanzar las metas: pensar que la próxima vez todo irá mejor. Cuando nos dejamos vencer por el primer contratiempo, se hace más difícil buscar nuevas oportunidades.
ResponderEliminarMe gustó el texto
Un abrazo
Así es, Alís. Lo que pasó, pasó. Veremos en todo caso si se puede aprender algo de eso.
ResponderEliminarGracias por visitarme! Un abrazo.
El tipo se lo pierde. Empecé tu novela, pinta más que buena.
ResponderEliminarAbrazo
Y, qué sé yo, Horacio. Capaz que me lo compraba y después no podía venderlo. Pero no hacía falta hacerse el canchero, yo igual no iba a obligarlo a nada. :-P
ResponderEliminarOjalá te guste la novela!
Un abrazo!
Leí tu libro,y una de tus poesías
ResponderEliminarcasi me hace llorar, excelente trabajo
Abrazo !
Gracias por contármelo. :-)
ResponderEliminarCuando uno intenta vender tiene que asumir el "no" por delante y procurar que no le afecte.
ResponderEliminarOtros muchos te dirán que sí.
Un saludo.
Lola, ¡qué bueno verte por acá! Toda la razón.
ResponderEliminarUn abrazo.