lunes, 17 de mayo de 2010

Vender en invierno

Varias veces conté que suelo vender mis libros en plazas y parques de Buenos Aires. Claro que también lo hago a través de kioscos de diarios y revistas, pero mi fuerte, hoy por hoy, siguen siendo las calles.

Además de que me va muy bien (la gente me recibe mejor de lo que se podría pensar a priori, y hasta me compra), siento que así hago lo que me gusta. Imaginen llevar sus propios libros en un bolsito, en el atardecer de un parque, hasta los posibles lectores, mientras ellos les convidan un mate o un vaso de gaseosa, para luego comentarles las primeras impresiones de las páginas leídas. Eso sin contar que a veces las caras, los gestos, una sonrisa de aprobación o un ceño fruncido, hablan mucho más que las palabras mismas.

Sin embargo, como también he dicho en otras entradas, este ejercicio dura lo que la calidez de la primavera y del verano. Luego poco puedo hacer (al menos hasta ahora). Cuando las temperaturas comienzan a bajar, la gente ya no se vuelca masivamente a las plazas. Sólo algunas personas se dejan ver, desperdigadas por ahí, pero no las suficientes para que los libros se vendan.

Y aquí es donde viene lo nuevo, o donde espero que venga, porque les pido a ustedes que me ayuden a encontrarlo. Si estuvieran en mi lugar, ¿cómo venderían sus libros en invierno? Y si estuvieran del otro lado, si fueran lectores potenciales, ¿dónde estarían más dispuestos a aceptar que un muchacho iluso y desvalido se acerque con sus libros bajo el brazo?

Todas las ideas son importantes, todas serán bienvenidas. Algunas podrán aplicarse directamente, mientras que otras servirán, tal vez, como divinas disparadoras de ideas nuevas.

12 comentarios:

Liman dijo...

Hacete una cuenta de Face solo para los libros!!!!!

oriafontan dijo...

En España nunca me han intentado vender un libro un escritor (ni nadie)en un parque ni en ningún otro sitio la verdad y es una pena porque es una idea bonita. A poco que me convenciera probablemente se lo compraría o al menos como dices daría mi opinión sobre lo que me contasen.

En cuanto a qué hacer en invierno uf no sé... a mí nunca se me habría ocurrido lo del parque con eso está dicho todo.

Quizá en los sitios dónde la gente tenga "que esperar" un buen sitio podría ser una estación de trenes.

raúl astorga dijo...

Como dijo aquel que revolucionó la historia de la humanidad hace unos dos mil años: el médico debe visitar al enfermo, no al sano, porque éste no lo necesita. Tendrías que empezar a visitar los shoppings, y lograr que entre las tonterías que consumen, alguna vez se lleven algo útil como un libro tuyo, Ale. Es una idea que se me ocurre a la ligera. Abrazo.

Rosita dijo...

Todo luigar es bueno. En invierno, sería fabuloso que pudieras visitar escuelas. ¡viva Toba!. Besos. Ro.

Anónimo dijo...

Ale:
A mí se me ocurre en los bares, cines, puertas de entrada de eventos culturales....en las salas de esperas, recepción de hoteles: todo lugar con calefacción!!!!!
Bueno, vo sos joven...y estoico. El invierno no te va a asustar!!!!Un abrazo
susana rozas

cleopatra dijo...

Por la calle o entrando a los bares.

Hay zonas proclives a los lectores potenciales y en el calorcito de algún café...fluyen las palabras escritas bailando la danza de la ternura...

Te beso

Sergio Fassanelli dijo...

Te envidio eso de vender tus libros. Primero porque no tengo libros publicados y segundo porque no podría vendérselos ni a mi vieja. Cero comerciante. Pero seguí intentando aunque sea en invierno. Siempre hay alguien, como yo, que compra y lee. Un abrazo

Alejandro Laurenza dijo...

Bueno, hasta ahora tenemos:

- Facebook: me vengo resitiendo, pero ya voy a caer, :-).

- Estaciones de tren: me gusta la idea, incluso vender arriba de los trenes, pero tengo que ver cómo concordar con los vendedores actuales, que tienen fama de no aceptar a los nuevos.

- Shoppings: también es una muy buena idea. Eso sí tendría que tratar de contactar a alguna autoridad, para que no me echen a patadas.

- Escuelas: para El diario de Toba, que es infantil, me parece que es de lo mejor. Estoy pensando en acercarme a maestros y directores para mostrarles el libro. Ya veremos cuando se defina la segunda edición. Por ahora no me quedan más para vender.

- Bares: lo voy a intentar, hablando antes con los dueños. Supongo que podría ir dejando los libros en las mesas, para que puedan verlos quienes lo deseen. Quizá los acompañe con un cartelito, contando lo que hago.

- Cines, Eventos Culturales: también es interesante, sobre todo en las colas que se forman antes de ingresar (alguna vez lo hice en Mar del Plata, en el programa de Dolina).

También se me ocurren colectivos, siempre que los choferes me permitan subir. ¿Notaron que ya no se ven venderores ambulantes por allí?

Gracias a todos por las ideas! Algo bueno va a salir. Y gracias también por el apoyo.

Un abrazo,
Alejandro.

Maribel Romero dijo...

Alejandro, es una pena que estés tan lejos y no te pueda encontrar por un parque vendiendo tus libros, sabes que te admiro por ello.
Yo iba a plantear lo de los bares o cafeterías donde la gente se reúna en invierno, incluso podrías hablar con los dueños para hacer una pequeña presentación, anunciarlo previamente y dar una breve charla sobre tu obra, que se podría convertir después en una tertulia literaria con participación de los clientes del bar. De ese modo puede resultar más atractivo quizás que vender de mesa en mesa.
Ya nos contarás tus planes.
Un abrazo.

PRINTOVA dijo...

¿Qué tal en los institutos? En el de mi hija suelen ir a dar una pequeña conferencia y exponen sus obras, previamente se anuncia en el tablón y con boletines a los alumnos para que asistan. Hablando con la dirección de cada centro creo que no abría problemas.
También suelen hacerlo en la biblioteca.
Te deseo toda la suerte del mundo, amigo.
Un abrazo.

Martikka dijo...

Podrías contactar con las bibliotecas y pedirles una presentación. Si en esa presentación tú pones el libro, una pequeña charla y la biblioteca unas galletitas ("La presentación del libro de Ale Laurenza estará acompañada de un pequeño refrigerio) seguro que va más gente de la habitual y la mayoría compra. Aquí sucede así: Si dan de comer, los actos se llenan (especialmente de gente mayor ¿serán restos del hambre de posguerra?)

El Facebook puede ayudarte o no, pero no lo desecharía. No pierdes nada.

Abrir un blog especial para el libro. Con muestras de su contenido, imágenes, y de ahí al mundo entero.

Dejar el libro en depósito en las librerías (aquí se suele hacer) con una comisión para el vendedor (30%)

Mira si hay revistas que promocionen (por ejemplo, aquí en España la revista Cuore recibe "sobornos" como ellos los llaman de todo tipo de productos: planchas de pelo, cosméticos, vestidos y también libros. Entonces con los que han recibido en la semana los promocionan a una página con los redactores posando con ellos. Si hubiera algo así, estaría bien.)

Si se me ocurre algo más, regreso...:)

Alejandro Laurenza dijo...

Maribel, Printova, Marta,

Muchas gracias por las ideas! Vamor a dejar que el tiempo las fermente, y veremos entonces qué sale, :-).

Un abrazo,
Alejandro.